Las tendencias y estilos evolucionan con el marketing a medida que las nuevas tecnologías van revolucionando el consumo en el mercado. Para mantener la identidad de una empresa y a su vez estar a la vanguardia, es necesario adaptarse al medio e ir evolucionando con ellos.
El restyling fortalece la imagen e identidad de la marca, aviva su personalidad recobrando los valores iniciales, y llama la atención de clientes que hasta el momento no habían llegado a identificarnos en el mercado. Hacer un trabajo de restyling nos brinda la posibilidad de decirle a nuestros clientes que la compañía se ha relanzado, lo que implica un rediseño de logotipo y tipografía.
A diferencia, el rebranding establece un cambio de la marca, estableciendo una nueva identidad y personalidad. ¿Por qué hacer esto? Porque nuestro cliente potencial inicial, ha cambiado, ha evolucionado, su foco emocional y de consumo ha mutado, y es necesario establecer nuevos parámetros de comunicación para que la compañía obtenga un crecimiento significativo en el mercado que se sitúa la marca, y así darle la oportunidad de expandirse y que conozcan el nacimiento de una nueva empresa
